Alcmeón – Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica – Los movimientos oculares en la práctica neuropsiquiátrica
El núcleo troclear se encuentra en el pedúnculo cerebral a nivel de los TCI (tubérculos cuadrigeminos inferiores), constituyendo un apéndice caudal del núcleo del III par. Yace delante de la substancia gris central. Sus fibras eferentes se decusan antes de emerger por la parte posterior para inervar al oblicuo mayor. El núcleo abducens se ubica en la parte inferior de la protuberancia próximo al piso del IV ventrículo, por fuera del FLM, rodeado por la rodilla del facial, cuya impronta en dicho piso forma la eminencia teres.
Los nervios oculomotores (III, IV, VI)
Conllevan fibras mielinizadas pequeñas (3µm. de diámetro), medianas o grandes (hasta 18µm. de diámetro). Las fibras pupiloconstrictoras que dijimos que eran superficiales en la emergencia del III par, se van haciendo más profundas a medida que éste se aleja del tallo cerebral, por lo que su afectación precoz indica una lesión vecina al tallo. El III par está compuesto de unas 15 mil fibras. Al emerger, el III nervio pasa entre las arterias cerebral posterior y cerebelosa superior, se dirige al borde libre del tentorio y alcanza la pared del seno cavernoso, lateral al clivus posterior. Las fibras del IV nervio ya decusadas rodean el tronco y ascienden hacia el borde libre del tentorio, lo atraviesan y penetran en la pared del seno cavernoso justo debajo del III par. Las fibras del VI par (6 a 7 mil) emergen por el surco ponto-bulbar por dentro del VII par, y pasando entre las arterias cerebelosa pósteroinferior y auditiva, perforan la duramadre del clivus, recorren el peñasco y se sumergen en el seno cavernoso (figura 5). Todos los pares oculomotores (III, IV, VI) emergen luego por la hendidura esfenoidal para alcanzar los músculos oculares en la órbita. El recto lateral por el VI par, el oblicuo mayor por el IV y el resto de los músculos por el III.
Los músculos oculomotores
Todos los músculos, excepto el oblicuo menor, se insertan en el ápex de la órbita, en una estructura fibromembranosa llamada anillo de Zinn, que rodea al agujero óptico (por el cual pasan el nervio óptico y la arteria oftálmica) y a parte de la hendidura esfenoidal. Tomando el ojo en posición primaria los rectos superior e inferior se insertan en los cuadrantes posteriores formando un ángulo de 23 grados con el eje anteroposterior (AP) del ojo, en tanto que el ángulo que forman los oblicuos mide 51 grados. Por eso, cuando el recto lateral abduce el ojo los rectos superior e inferior quedan en paralelo con el eje AP, por lo que elevan o deprimen el ojo respectivamente, mientras los oblicuos al quedar perpendiculares a dicho eje lo rotan (el mayor hacia adentro y el menor hacia afuera). Lo inverso acaece con el ojo en aducción, el oblicuo menor lo eleva y el mayor lo desciende.
Figura 5: El seno cavernoso muestra tres nervios en el espesor de la duramadre profunda: motor ocular común (III), patético (IV) y rama oftálmica del trigémino (V1), y uno en su interior, el motor ocular externo (VI)(9).