ALCMEON 48 Año XV – Vol.12 Nro. 4- noviembre de 2005 pag. 383 a 390.
Hipertensión arterial, deterioro cognitivo, función ejecutiva, test neuropsicológicos.
Nosotros reportamos previamente que era factible, mediante la administración de test neuropsicológicos, diferenciar la “declinación” cognitiva propia del envejecimiento del “deterioro” cognitivo causado por hipertensión arterial
.
Es sabido que las alteraciones circulatorias a nivel cerebral causadas por la hipertensión
.
En este casos nuestro objetivo fue conocer la evolución del deterioro cognitivo que presentaba inicialmente nuestra cohorte en un período de seguimiento de dos años y correlacionar tales hallazgos con los objetivos terapéuticos alcanzados por el tratamiento antihipertensivo, habida cuenta que el estricto control de la presión arterial podría interferir con la progresión de la patología.
Se realizó un “screenning” en 520 pacientes consecutivos atendidos en los consultorios de Cardiología del Hospital, entre Diciembre de 2001 y Abril de 2002, siendo incluídos 60 de ellos con diagnóstico de hipertensión arterial, de ambos sexos y =65 y =80 años, quienes fueron comparados con 30 participantes normotensos de igual característica etárea y nivel educacional. La cohorte fue seguida durante dos años.
Criterios de Exclusión:
Fueron excluídos aquellos que presentaban; patología vasculoencefálica previa: stroke y/o ataques de isquemia cerebral transitorios (definido por historia y examen clínico), diabetes mellitus tipo 1 o 2 (según criterios de la American Diabetes Association
.
Test Neuropsicológicos:
Se utilizaron para la aproximación cognitiva los siguientes test: a) “Mini Mental State Examination”
, considerando un puntaje > 8 como significativo y > 11 como muy significativo.
Hipertension arterial:
La hipertensión arterial fue definida por registros de presión arterial >140/90 mmHg (Estadio 1 acorde al Joint National Committe 7)
durante la consulta y/o en más de tres registros en su historia clínica, y/o por el uso de drogas antihipertensivas específicas. El registro de la presión arterial fue obtenido en condiciones basales (sentado, luego de 5 minutos, utilizando el promedio de 3 mediciones) con un esfingomanómetro anaeroide previamente calibrado contra una columna de mercurio.
Psicofármacos:
Los psicofármacos (benzodiazepinas) fueron discontinuados 72 horas antes del examen en aquellos pacientes que las recibían.
Todos los participantes dieron su consentimiento informado en forma previa a la evaluación.
Estudio prospectivo de corte logitudinal (cohorte) o follow-up. Todas las pruebas estadísticas fueron realizadas para un nivel de significación de de 60 años, siendo difícil en los estadios iniciales diferenciar los “olvidos benignos” de los trastornos mnésicos debidos a patología vascular. Los resultados obtenidos en la fase “screening” revelaron un mayor compromiso de la memoria a largo plazo en el grupo de pacientes hipertensos
. Paradojicamente, trás el seguimiento realizado los pacientes mostraron leve mejoría, aunque con significación estadística, tanto en las funciones mnésicas de corto y largo plazo. Este es un grupo, en promedio, bien controlado respecto a los valores de presión arterial (142.7 ± 17.2 mmHg) hecho que podría explicar tal resultado. Sin embargo cuando los pacientes fueron agrupados de acuerdo a los valores de presión arterial en controlados (=139-89 mmHg) y no-controlados (=140-90 mmHg) el rendimiento de la memoria a corto plazo empeoró en el último grupo (6.8 ± 2.9 vs 5.3 ± 2.2 p