Alcmeón – Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica – Adelanto de libros

Los cambios estructurales en las sinapsis son probablemente inducidos por las correspondientes alteraciones citoesqueléticas.

Estos cambios serían inducidos por el Ca++ que activa la Proteína Kinasa C Calpaina en la cual la calpaina degradaría la proteína kinasa liberando energía capaz de producir el incremento dendrítico.

Otras proteasas, así como también la activación de los AMPA receptores, podrían generar fenómenos semejantes.

También se han observado cambios presinápticos en la LTP y muchas veces la observación ha sido la redistribución de las vesículas hacia zonas activas.

Consolidación de la memoria (1, 2, 4, 12)

Llamamos consolidación a cualquier proceso que implica duración en el almacenaje de nueva información.

Según hemos visto las trazas de memoria (función hipocámpica) son las que posibilitan la consolidación.

Vale decir, consolidación, significa hablar de memoria a largo plazo.

El registro es sólo un proceso neocortical de la memoria a corto plazo que implica tan solo la formación del engrama. Como se recordará, éste es el primer y más sencillo paso en la intrincada trama del proceso amnésico.

El descubrimiento de la LTP dio sólidas bases al proceso de consolidación a nivel molecular.

El hipocampo juega un papel fundamental en la consolidación procesando la información y transfiriéndola al neocortex. En el hipocampo se «almacena» memoria declarativa pero tipo index, que por las conexiones recíprocas con el neocortex activa la representación completa que se encuentra allí.

Cuando esta interconexión (hipocampo-neocortex) es activada reiteradamente, se van desarrollando cambios duraderos en las sinapsis de las áreas corticales que representan el basamento de la consolidación.

Los mecanismos emocionales capaces de influir en la consolidación, lo hacen a través de las hormonas del stress y del complejo amigdalino.

Ambos se los considera como moduladores de la consolidación.

Algunos episodios muy vívidos son fácilmente recordados porque requieren nuestra atención, son nóveles o son ensayados reiteradamente. Otros pueden ser recordados por miedo, o premio (como reflejo condicionado),

¿Cuáles son los mecanismos neurobiológicos que regulan, modulan o intervienen en el almacenamiento y consolidación de la LTM? (Memoria a largo plazo)

¿Cómo se influye en el desarrollo de plasticidad sináptica y en la conducta para memorizar eventos?.

El post-training en el aprendizaje modula la consolidación y lo sorprendente es que ésta puede ser aumentada o disminuida con la administración de drogas, hormonas o más entrenamiento.

Es conocido el papel que los sistemas hormonales de stress juegan al adaptar el organismo a situaciones de necesidad, las cuales pueden ser fácilmente recordadas, lo que hablaría en favor de la facilitación del almacenamiento de esa situación.

El efecto de la adrenalina sería únicamente si la descarga se produce instantes después del entrenamiento.

Diferentes estudios señalan que la activación de los receptores beta adrenérgicos tendrían influencia en la LTM, demostrando que los estímulos emocionales activan y elevan los niveles de las hormonas adrenocorticales que interactúan e influencian en el almacenamiento de los eventos.

¿Cuál es el papel de la amígdala?

Se dice que tiene un papel modulador y que puede enriquecer o desmejorar la memoria dependiendo ello de la situación de stress, las características del entrenamiento y del nivel de circulación de adrenalina.

Tras la lesión de la stria terminalis, principal vía de comunicación de la amígdala, se ha comprobado que el almacenamiento está afectado.

El tema es controvertido; en una revisión hecha por Millner de diez pacientes con resecciones temporales, incluyendo el ya conocido HM, concluye que la amígdala no tiene ninguna influencia en la LTM.

Organización de la memoria (3, 9, 11, 14)

La frase de Ramón y Cajal vinculada a los escritos sobre temas científicos en la que dice «si quieres dejar algo fuerte y justo ten la hidalguía de escribir como si ningún contemporáneo te fuera a leer», tiene dos vertientes:

1. – te aleja del exitismo

2. – te obliga a reconocer el valor de los clásicos.

Vienen a nuestra mente estas palabras porque tratando de ordenar el tema del epígrafe, no podemos sustraernos a los viejos escritos sobre el tema, y si bien es mucho lo que se avanza, cuesta incorporarlo para hacer una síntesis comprensiva del tema.

Sabemos que la memoria comienza con el registro sensorial del fenómeno a retener, fenómeno que llegaría a los centros corticales no frontales. Por las conexiones recíprocas que estos centros tienen con el hipocampo, «lo percibido llega a éste».

Las dificultades para nuevos registros se aprecian claramente en los enfermos de Alzheimer, en los cuales sabemos que tiene lesionado el hipocampo.

Lipman, en 1870, al estudiar un enfermo (herido de guerra) comprobó que no podía fijar nuevos registros. Lo mismo podríamos agregar nosotros, tras las observaciones hechas sobre diferentes traumatismos de cráneo, pero, en ese mismo aspecto, es interesante el paciente HM, quien a raíz de padecer recidivantes crisis epilépticas fue sometido a una resección bilateral de las porciones mediales de los lóbulos temporales, con extirpación parcial del hipocampo y las amígdalas.

El paciente quedó con una clara amnesia anterógrada; no podía recordar nada de lo que había hecho media hora antes.

Otras observaciones hechas en este mismo paciente (hablamos de la década del 50) fueron las particularidades de un buen recuerdo para los hechos de su vida pasada (infancia y adolescencia), pero aparecía cierta pérdida de memoria para los acontecimientos acaecidos en los años inmediatamente anteriores a su operación (no podía recordar cuánto tiempo había estado en el hospital antes de ser intervenido).

Lo opuesto al déficit de registro sería la amnesia retrógrada o déficit de recuperación. Célebre es la descripción realizada por Dana en el fin de siglo pasado, en el enfermo que se había intoxicado con CO, quien no recordaba quién era, ni podía recordar información personal o la adquirida por el aprendizaje. Lo mismo hemos comprobado nosotros y otros en los casos de traumatismos de cráneo, también está clásicamente descripto en la corea de Huntington, y de una forma combinada (antero-retrógrada) en el síndrome de Korsakoff.

Los hallazgos en los enfermos de Korsakoff han contribuido a esclarecer problemas. Así, por ejemplo, en el reconocimiento de objetos tras el aprendizaje. Se observa que cuando el mismo se centra en la forma física del estímulo (forma de la letra en una palabra) es mejor el resultado que cuando se centra en la codificación semántica.

Hasta aquí podríamos construir un esquema, por demás conocido, acerca del camino seguido para la fijación de un aprendizaje: registro cortical no frontal, e ingreso en el hipocampo.

Para recordar un evento reciente la traza de la corteza es reactivada a través del hipocampo. Esto ocurre cuando una clave gatilla el index e interactúa con la traza (por las conexiones recíprocas hipocampo-cortex). El resultado de tal interacción es entregado a la conciencia. Por ello recordamos más fácilmente lo que hemos repetido más de una vez, y si le aplicamos una clave, mejor todavía.

El hipocampo es un index conciente. Se ha discutido su participación en el registro temporal de los eventos.

Podríamos agregar que los eventos se almacenan temporariamente en el hipocampo. Aquí no hay consolidación ni organización de la memoria. Digo temporariamente, porque el hipocampo transfiere la información al neocortex donde se almacena definitivamente. La información se hace finalmente hipocampo independiente.

Obsérvese que en los primeros estadíos de la enfermedad de Alzheimer, la memoria para los hechos de la vida pasada está bastante indemne.

Este proceso de pasaje de información del hipocampo a la corteza se llama consolidación de la memoria.

La traza de la memoria queda fijada en la corteza, y el que da la posibilidad de ubicar temporal y espacialmente los hechos, es el lóbulo frontal.

El sistema central (lóbulo frontal) determina la correcta ubicación témporo-espacial de los hechos con respecto a diferentes eventos.

La amnesia observada en el síndrome de Korsakoff permite ver algo de ésto. Sabemos que la amnesia de Korsakoff se desarrolla lentamente, y los enfermos presentan amnesia retrógrada durante muchos años antes de convertirse clínicamente en amnésicos. Un rasgo claro en ella es que la memoria se halla más alterada para los períodos recientes que la memoria para los hechos más remotos.

La amnesia de Korsakoff pone un déficit de registro pero también evidencia un déficit en la transferencia de la información.

El almacenamiento y la retención se logran con un buen registro.

El lóbulo frontal no participa en esto, las lesiones del mismo evidencian fallas en estrategias y organización, ya que ordena el material «en bruto» entregado por el hipocampo.

Cuando el sistema frontal es deficitario, la realización de las pruebas estratégicas es bastante mala.

La fluencia y frecuencia de ocurrencias fallan en los lesionados frontales por el encoding, se desorganiza y las estrategias para el monitoreo del «retrieval» también.

El déficit en las estrategias se evidencia también al explorar la memoria semántica.

La aplicación de reglas y poder recordar ciertas maniobras motoras, depende de las conexiones de neocortex con los ganglios basales, y este tipo de memoria es extrahipocámpica. Se encuentra conservada en la enfermedad de Alzheimer.

El paciente HM a quien se le había extirpado el lóbulo temporal, no tenía la memoria procedural alterada.

En la enfermedad de Parkinson, donde los ganglios basales están alterados, se altera esta forma de memoria. Por el contrario, en la enfermedad de Alzheimer, los pacientes pueden aplicar las reglas matemáticas y en el síndrome de Korsakoff, la dificultad es debida al compromiso frontal de la enfermedad, en la que además se observa una inhabilidad para el recuerdo temporal de los eventos. También hay una asociación inadecuada de eventos (que sucedieron en distintos momentos y se los presenta juntos).

Los enfermos en su confusión de eventos mienten. Son las «mentiras honestas» o confabulaciones.

La plausibilidad de los hechos es también una función del lóbulo frontal.

Hasta aquí la visión que nos muestra o sugiere sistemas anatómicos de memoria; para conocer sobre los mecanismos sobre cómo funciona ella, los postulados de Mc Clelland conocido por procesamiento paralelo y distribuido de la información (PDP) da respuesta a esa pregunta, y es además un modelo para el aprendizaje.

El PDP funciona como armazón de una red que es estimulada por la cognición-percepción. Al llegar la información a un punto de la red como ésta tiene una interconexión con todos los grupos celulares o módulos que la integran, que reciben input excitatorios o inhibitorios resultado del cual surge la activación del mismo.

Tomemos por eso la presentación escrita de una palabra: perro que activa los módulos entre sí

módulo del alfabeto

módulo del significado

módulo del contenido fonológico

¿Dónde reside el conocimiento?

En el caso mencionado reside en la fuerza de la conexión de los módulos entre sí, que cuanto más fuerte sea, más rápida será evocada.

Mc Clelland sugiere que los conocimientos procedurales, semánticos y episódicos están almacenados en las conexiones sinápticas. Enuncia una regla básica para el aprendizaje y la memoria:

«Un niño aprende a pronunciar una palabra escrita escuchando su correcta pronunciación»

«La maestra pronuncia, el niño repite. El aprendizaje resulta del ajuste del resultado de la enseñanza»

«La maestra reforzará al repetir, corrigiendo o no, la fuerza sináptica donde se arma el modelo y reside el conocimiento»

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